Al
igual que en el primer lunes de mona, la afluencia al
pantano, las playas y las pinadas fue casi nula.
En
aquél lunes el problema fue más que nada
el tiempo, en este quizá sea la pérdida
de la tradición poco a poco.
El
tiempo acompañó más que el primer
lunes de mona, pero este Lunes de San Vicente va perdiendo
adeptos cada año y ya no existen esas escapadas
masivas a la playa ni a las pinadas.
Esperemos
que el próximo año, con la llegada de
la Semana Santa a mediados de abril, la celebración
de los dos lunes de mona vuelva a ser al que era.