A
primera hora de la tarde salía del Huerto de
la Rinconá la Cofradía de la Oración
en el Huerto, con el único trono a ruedas de
la Semana Santa Ilicitana. En él se puede contemplar
una palmera natural, así como elementos característicos
de la huerta ilicitana, como naranjos, limoneros y granados.
La
Sangre de Cristo y María Santísima de
la Salud hicieron un gran desgaste por su recorrido
de más de 3 kilómetros, y la Virgen hizo
una preciosa reverencia al Cristo en la Plaça
de Baix.
La
Fe y la Esperanza cumplieron con su cometido haciendo
una estación de penitencia llena de esplendor
y un gran encuentro de la Paz.
La
Caridad estrenó un trono para niños con
el Niño Jesús de Pasión y los mayores
volvieron a demostrar arte caminando por las calles
ilicitanas.
El
recogimiento llegó con las imágenes del
Santísimo Cristo de la Misericordia y el Santísimo
Cristo de Zalamea. Impresionante la cantidad de fieles
que le profesan su fe a estas dos imágenes.