La Sociedad Venida de la Virgen me solicita un artículo para su publicación de Julián Fernández Parreño, mi padre.
En mi memoria, llena de recuerdos de mi padre, y haciendo un símil con el mundo fotográfico me quedan, entre otras, tres instantáneas: su amor por su profesión, por su familia y por su ciudad.
El amor por su profesión de fotógrafo fue tanta que su nombre comercial Monferval, sustituyó en muchísimas ocasiones al apellido paterno. Durante toda su vida fue Julián Monferval, dejando constancia de una persona que desde muy joven tuvo que dedicarse al trabajo por necesidades familiares.
A modo de resumen de su vida profesional, y sin entrar en detalles, fundó a los 16 años de edad, con los señores Montenegro y Valera el comercio Monferval. Socios que con el tiempo no continuaron en el negocio. Fue uno de los primeros fotógrafos de la ciudad que atendía un establecimiento al público y además realizaba continuas salidas para plasmar con su cámara reportajes de acontecimientos como bodas, actos festeros, catálogos de zapatos, visitas institucionales, ferias, etc.
Con el tiempo asumió la corresponsalía de cámara de TVE, realizando continuos reportajes no solo de Elche, sino de la provincia de Alicante y esporádicamente de las provincias vecinas de Murcia, Albacete y Valencia.
Empresario que se anticipó a su tiempo, incluyó dentro del negocio de la fotografía la sección de música y complementos (como las agujas de los tocadiscos o cuerdas de guitarra/bandurria/laúd) siendo un referente local.
Innovador dentro de sus posibilidades, colocó la primera máquina expendedora al público de carretes para cámaras fotográficas.
Profesionalmente fue una persona dedicada a lo largo de 47 años a su negocio y para su negocio, hasta tener que jubilarse por enfermedad. Pero el negocio y sus actividades de reportero no le influyeron para estar siempre con su familia.
Para escribir sobre la instantánea de la familia, un pensamiento me acude en este momento a la mente. Fue un buen padre.
Julián y Josefina (mi madre), tras su unión formaron una auténtica familia. En lo personal y en lo profesional. Como he mencionado anteriormente mi padre tenía muchas actividades que le hacían dejar temporalmente el negocio para atender otros menesteres que le reclamaban, y ahí aparecía la figura de su mujer para suplir su ausencia temporal.
El recuerdo que me llega ahora de mi padre, es el de una vida dedicada al negocio y a los hijos. Unidos porque para poder atendernos, somos cuatro hermanos, había que trabajar y educar. Y ambas cosas las hacían mis padres perfectamente.
Nos enseñaron tantas cosas, responsabilidad, respeto, disciplina, orden, …. Detalles como el de siendo estudiantes y con el postre en la boca ayudábamos en el laboratorio para que las fotografías estuvieran a la hora de abrir el comercio por la tarde. Y los sábados y vacaciones ayudábamos en el negocio familiar. Siempre desde el compromiso, nunca desde la obligación. Porque nos enseñaron a ser responsables y trabajadores, sin abandonar en ningún momento nuestra formación académica y personal.
Otro recuerdo que me llega a la mente es la facilidad con que hacían familia. De ello quizás puedan expresarlo mejor sus diez nietos, de los buenos consejos que han recibido de sus abuelos, como en su día los recibimos los hijos. El hecho de pelearse de forma simpática para acompañarlos a viajes o asistencia a actos culturales, demuestra el amor que les han tenido y tienen en la actualidad.
Julián y Josefina, mis padres, han hecho familia y lo han hecho muy bien. Y ellos conocían nuestro agradecimiento diario.
Por último, la instantánea de su ciudad. Elche. Ha sido su amor de toda la vida. Quizás no exteriorizado públicamente pero si con sus hechos y su enseñanza hacia los hijos y los nietos.
Quizás el destino hizo que, por necesidades de trabajo, tuviera que participar en la mayoría de acontecimientos que ocurrían en la ciudad. A través de su cámara, por un lado y por su ansia de aprender y conocer participó en un sinfín de sociedades culturales, deportivas y profesionales como las que detallo a continuación: Sociedad Venida de la Virgen, Peña Madridista, Casino, Elche C.F., Agrupación Fotográfica, Moros y Cristianos (en la vecina localidad de Crevillente), Hospitalidad Nta Sra de Lourdes, Orden de la Dama de Elche, Caballeros del Santo Cáliz, Semana Santa, …
Toda una vida participando activamente en la vida social y cultural de nuestra ciudad, hizo que nos trasmitiera el mensaje de amar a Elche.
Nos enseñó desde participar como peregrinos en la Hospitalidad de Lourdes hasta conocer y venerar el Misteri, pasando por la participación en Moros y Cristianos, Semana Santa o Venida de la Virgen.
Siempre desde el convencimiento y animándonos continuamente a aprender y viajar (otra de sus grandes pasiones).
Como decía anteriormente, en el año 1988 se tuvo que jubilar por enfermedad de su profesión. Pero entonces desarrolló una nueva faceta, que había iniciado poco antes, con el fin de ocupar su tiempo.
Activo y con la ilusión de un principiante descubrió el mundo informático, y ello hizo que durante este tiempo buscara entre sus documentos y recuerdos para publicar dos libros sobre la historia de Elche. Libros que tituló Hojas Sueltas, ya que los redactó a modo de una secuencia de fotografías en donde cada instantánea tiene vida propia.
Además continuó con sus colaboraciones en escritos publicados por el Diario Información de Elche, Sociedad Venida de la Virgen, Semana Santa, etc.
Lamentablemente el pasado día 3 de enero de 2009, sin hacer ruido, sin causar molestias, como un suspiro abandonó este mundo terrenal. Dios lo tenga en su gloria.
Gracias papá por todo.
Julián Fernández Candela
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