LA DAMA DE ELCHE COMO SÍMBOLO

 

El pasado 4 de agosto y formando parte de los actos de la celebración del 114º aniversario descubrimiento de la Dama de Elche se inauguró en el Centro de Interpretación L'Alcúdia, ubicado en el yacimiento homónimo, una exposición titulada La Dama de Elche como símbolo compuesta por imágenes en las que la Dama de Elche aparece como lo que es y no como lo que fue. Y digo eso porque ella no fue más, ni menos, que una figura importante dentro de la ciudad ibera donde vivió hace aproximadamente 2400 años. No creo que fuera conocida más allá de la zona de influencia que Ilici tuviera por aquel entonces. Sin embargo, desde su hallazgo, ella es famosa por todo el mundo, como esta exposición demuestra. Primero creó un importante revuelo en Elche con su aparición y su marcha, después en París con su enigmática procedencia y su desaparición inesperada para aquel a quien nadie deja plantado, más tarde le tocó a Madrid, que sabe que la tiene pero que no es suya… Pero su rostro y su indumentaria lo podemos encontrar en muchos sitios del planeta hoy en día. Ya no representa únicamente a un personaje ibérico de nuestra protohistoria. Es un personaje actual, vivo, reconocible, famoso, caricaturizado hasta la saciedad, objeto de polémicas, objeto de deseo. Es más, hoy es un símbolo para Elche y para infinidad de personas que con los trazos de su silueta muestran su amor por esta ciudad.

La imagen de la Dama de Elche fue difundida en textos ilustrados con fotografías, realizadas al día siguiente de su descubrimiento, que se enviaron a instituciones y estudiosos del arte y la arqueología hispánica, y con grabados que se reprodujeron en periódicos y revistas. Desde momentos inmediatos al de su hallazgo fue tenida por modelo de mujer española. Ya en 1898, en París, el arqueólogo Théodore Reinach escribió en la Revue des Études Grecques que la Dama que era "la obra exquisita en la que revive, después de veinticuatro siglos de sepultura, una Carmen"...

La inspiración que la Dama produjo en los artistas de finales del siglo XIX y de principios del XX originó creaciones que revitalizaron ambientes remotos y que se plasmaron en espléndidas obras que respondían al reconocimiento a un modelo de belleza representativo de la mujer española identificado con la Dama de Elche, modelo al que se supeditaban los cánones hispanos, pues ella era "la personificación de la mujer ibérica, de aquella raza que constituye el fundamento de la española".

Un ejemplo de su inmediata popularidad lo tenemos en el año 1900 cuando Georges Rochegrosse, para la ilustración de la tercera edición de la novela Salambó, de Flaubert, presentó a la protagonista a semejanza de la Dama.

La seducción de la Dama de Elche llegó incluso a Nueva York, donde en 1955 se planteó la pregunta de quien era la mujer más bella del mundo, pregunta a la que Salvador Dalí respondió: "hoy estamos en el borde de una nueva era, y con ella una nueva idea de belleza. Y para expresarlo escojo La Dama de Elche… tiene la gloria de una reina y posee el atractivo de un ángel con la fuerza de una amazona. La Dama de Elche es la Más Bella para nuestro tiempo porque puede llegar a ser el símbolo de una juventud que se fía de la virtud y que penetra los peligros y frustraciones de nuestro tiempo para vislumbrar la visión de una nueva Edad de Oro".

Mientras tanto en la prensa española se escribía que la Dama de Elche era el espejo de España y que debía aspirarse a su imagen ideal y perfecta como el modelo a seguir.

La fama alcanzada por esta Dama llegó a propiciar que a mediados del siglo XX el alcalde de Elche propusiera que fuese nombrada "Hija Predilecta de Elche", luego el alcalde de Madrid la nominó "Hija Adoptiva Predilecta de Madrid" y poco después el pintor Gregorio Prieto propugnó en varios actos y escritos que se la nombrase Embajadora de España en el Mundo.

Recientemente, la revista FHM buscó quienes, según una encuesta entre sus lectores, eran las veinte cinco españolas más sexys de la historia. La Dama de Elche quedó la primera de todas ellas, por delante de muchas patakys, penélopes y saras. Esta encuesta no pasó desapercibida para nadie y el Magazine de El Mundo poco después publicó un artículo titulado La Dama de Elche. La española que más gusta, con portada en la que la modelo Helen Lindes aparecía vestida como nuestra dama.

Son innumerables los ejemplos en que esta pieza es personificada al margen de su realidad histórica, pero no importa, en todos sale bien parada siempre.

Alejandro Ramos Molina
Subdirector de la Fundación L'Alcudia