LOS COLORES DE LA DAMA

 

Cuando imaginamos una escultura ibérica expuesta en el momento de su creación y en el sitio para el que fue destinada, nueva, sin el desgaste que el tiempo provoca, la mayoría de las veces y la mayoría de nosotros caemos en el error de olvidarnos de que estas piezas eran de una policromía muy poderosa. Incluso sabiéndolo, han sido tantas las veces que las hemos visto en museos de todo el mundo carentes, por la pérdida motivada por el paso del tiempo, de su funda de colores, que nos cuesta no caer en esa imagen pétrea sin más adorno cromático.

La Dama de Elche se representó vestida con una túnica interior de color azul, una mantilla roja montada sobre la especie de tiara, que cubre su cabeza y está parcialmente revestida por una cofia azul, que desciende por su pecho desde el hombro izquierdo hasta el lado derecho de su cintura y con un manto ocre oscuro con ribete rojo. Se mostró ornamentada con un rico conjunto de joyas que, como simulación de los originales, se revistieron de oro: unos rodetes, unos apliques de su cofia, unas ínfulas de su tocado, tres collares y una pequeña fíbula que cierra el cuello de su túnica.

Los métodos analíticos

Para el estudio sistemático y la identificación de los pigmentos con los que fue policromada la Dama de Elche, realizado por técnicos de Instituto "Eduardo Torroja" del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Barcelona, se empleó Microscopía Óptica, Microscopía Electrónica de Barrido con la proyección de la Imagen Secundaria de la Emisión y de la Imagen Dispersada-Detrás del Electrón y el microanálisis cualitativo y cuantitativo por Espectrometría de Rayos-X de Energía Dispersiva.

Parecidas técnicas, Fluorescencia de Rayos-X Dispersiva en Energía, Difracción de Rayos-X, Microscopía Electrónica de Barrido y Microscopía Óptica, habían sido empleadas en un proyecto llevado a cabo desde nuestra fundación con la colaboración de la Unidad de Arqueometría del Instituto de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Valencia en el que analizamos los pigmentos de otras esculturas ibéricas también procedentes de las excavaciones realizadas en La Alcudia. Los resultados fueron los mismos, algo que sirve como una prueba más de la indudable autenticidad de nuestra dama.



La Plaza de la Dama

El espacio donde tuvo lugar el hallazgo de la Dama de Elche, es el más emblemático de La Alcudia. Este punto, donde desde hace décadas ha habido una copia del busto rememorando su aparición, se ha constituido como el sitio más visitado, fotografiado y recordado. Su acondicionamiento como plaza solventa la necesidad de crear un área de descanso a mitad del recorrido de la visita al yacimiento, al mismo tiempo que acondiciona de una forma más adecuada un espacio que acoge diversos actos de celebración dirigidos a la Dama de Elche, entre los que destaca el del aniversario de su descubrimiento cada 4 de agosto. Los dos algarrobos y el olivo, provenientes de los árboles arrancados cuando se amplió una carretera cercana y trasplantados aquí, ocupaban la parte central de este espacio. Nunca llegaron a encajar el trasplante y murieron, pero hemos creído que sus posibilidades de sernos útiles no han terminado. Tres son los colores conocidos que forman parte de la policromía de la Dama de Elche, por lo que en homenaje a ella, cada uno de estos árboles ha sido pintado de un color: rojo, azul y amarillo. El mobiliario aportado está constituido por bancos de madera y metal, desde los que se puede disfrutar del entorno y meditar sobre la importancia de este enclave.

Alejandro Ramos Molina

Subdirector de la Fundación L'Alcudia

Fotografías de VCrown