LA ALCUDIA DE ELCHE

 

El yacimiento arqueológico de La Alcudia fue el primer solar que ocupó nuestra ciudad en los tiempos en los que era una importante capital ibera y la romana Colonia Iulia Ilici Augusta.

La Fundación L’Alcúdia se creó en el año 1996, en virtud de un acuerdo entre la familia Ramos, única propietaria hasta entonces del yacimiento, la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento de Elche. Posteriormente se han sumado la Diputación Provincial de Alicante y la Generalitat Valenciana. La Fundación L’Alcudia se encarga de cuidar sus restos arqueológicos ya excavados a lo largo de muchos años y de continuar excavando e investigando todo lo que todavía su tierra oculta.

La Alcudia es mundialmente conocida por ser el lugar donde el 4 de agosto de 1897 apareció la Dama de Elche.

Un mundo por descubrir…

La creación de la fundación Universitaria “La Alcudia” de Investigación Arqueológica ha recogido el testigo de los trabajos que se venían realizando en este importante enclave arqueológico, sobre todo los realizados por Alejandro Ramos Folqués y sus herederos en todo el siglo XX. Al mismo tiempo se propone adaptar las intervenciones en el yacimiento a las necesidades de conservación de las estructuras existentes o a la respuesta de preguntas de interés cultural o histórico previamente planteadas.

Los proyectos actualmente en marcha son los siguientes:

Termas orientales. En el límite oriental del yacimiento se excavó a finales de los años 90y a principios de este nuevo siglo XXI un conjunto termal de grandes dimensiones. Destaca una amplia superficie descubierta, con pórtico en uno de sus lados, en cuyo centro se ubica una piscina en muy buen estado de conservación. A esta sala se accede por una escalinata de ladrillo que conecta con un vestíbulo pavimentado con un mosaico policromo. Existen también dependencias de menor tamaño interpretadas como salas con técnicas arquitectónicas pensadas para poder elevar su temperatura: tepidarium (sala templada) y caldarium (sala caliente). Junto a estas existen dos dependencias más vinculadas a letrinas y a vestuario. La cronología del edificio es del siglo I d.n.e., y sus instalaciones estuvieron en uso hasta la Antigüedad Tardía.

El proyecto de cubrición previsto para proteger este importante edificio lo está realizando, por ofrecimiento de la Diputación Provincial, patrono de la Fundación, D. Rafael Pérez Martínez, arquitecto jefe del Área de Arquitectura de dicha institución.

Termas occidentales. Conjunto monumental ubicado en la zona de acceso al yacimiento. Hoy es visible la fachada de más de 60 m. de largo que delimita el edificio por el oeste. En la bibliografía tradicional se había interpretado como una muralla de cronología tardía, pero los resultados de las recientes intervenciones llevadas a cabo indican que se trata del muro exterior de un gran complejo termal.

En la plataforma superior se han exhumado restos de una piscina, que se suman a los descubiertos en 1890 por D. Pedro Ibarra: salas con las mismas características técnicas arquitectónicas que las encontradas en las termas orientales y, por lo tanto, también identificadas con un caldarium (sala caliente y un tepidarium (sala templada), hoy cubiertas por las tierras. El edificio se construyó sobre estructuras más antiguas en el último tercio del siglo I d.n.e., y existen evidencias de su utilización al menos hasta la Antigüedad Tardía.

Muralla occidental. Estrechamente ligado al anterior, este proyecto se ha acometido como consecuencia de la construcción del nuevo Centro de Interpretación ubicado en la entrada del yacimiento. Está patrocinado por la Diputación Provincial de Alicante, dentro del convenio entre la Fundación Marq y la Fundación L’Alcúdia. Se ha procedido a la limpieza del talud occidental del yacimiento, que ha puesto al descubierto la existencia de una muralla con basamento de mampostería y parte superior de adobe, datada al menos en el siglo I a.n.e., aunque es posible que sea anterior. Un siglo más tarde, la muralla ha sido ya desmontada en parte, sus materiales reaprovechados y sobre ella se han comenzado a depositar vertidos de escombros en los que aparecen enterrados algunos niños pequeños. Especialmente interesante es la documentación de que, a mediados del siglo I de nuestra era, el desmonte de la muralla coincidió en su parte norte con la construcción de la plataforma para asentar el edificio termal, que de esta forma gana terreno sobre los límites determinados por la muralla.

Con este motivo se realizaron algunas intervenciones que conllevaron ulteriores alteraciones en el entorno de la antigua muralla, como la construcción de una canalización subterránea que evacuaba las aguas residuales de las termas hacia el sistema principal de la ciudad.

Casas ibéricas. Las llamadas “Casas Ibéricas” constituyen un sector ubicado al noroeste del yacimiento de La Alcudia, excavado en parte hace casi 50 años por D. Alejandro Ramos Folqués. Allí se encontró un espacio conocido con el nombre de “La Tienda del Alfarero”. Se trata de unas dependencias que contenían un conjunto de más de cien vasos cerámicos importantísimos que han servido para precisar la cronología y las características de las cerámicas ibéricas producidas en los talleres ilicitanos durante los siglos II y I antes de nuestra era. Además, en sus proximidades, se encontró la cabeza de un caballo en bulto redondo típico de la estatuaria ibérica. Un nuevo proyecto de excavaciones financiado por la Generalitat Valenciana plantea ampliar los límites del sondeo original tanto por el norte como por el sur. Si el tiempo de intervención lo permite, también está prevista la realización de un nuevo sondeo en el lado oriental. Con ello, podremos llegar a conocer mejor el urbanismo de la ciudad ibérica.

Reforma del Museo. El Museo Monográfico de La Alcudia, inaugurado en 1971, es el lugar de exposición de la mayor parte de los fondos arqueológicos que ha proporcionado este yacimiento. Pero, además, es el edificio desde donde se investiga, restaura, almacena y administra. Es decir, además de su faceta expositiva alberga las zonas de trabajo desde donde se desarrollan las funciones propias de la Fundación L’Alcudia. Su reforma arquitectónica es, desde hace años, algo imprescindible. Hoy, financiado por la Generalitat Valenciana, el proyecto necesario, firmado por el arquitecto D. Antonio Serrano Bru, miembro del Patronato de nuestra fundación, está en marcha y dicha reforma camina hacia la consecución de un edificio mejor para desarrollar su función.

Alejandro Ramos Molina