Ingredentes para 4 personas
1 kilo de harina de trigo
2 litros de caldo de pescado
2 dientes de ajo
2 cebollas
1 tomate maduro
Medio vaso de aceite de oliva
2 sepias frescas
Medio kilo de colorante
Sal al gusto
Preparación:
Se limpian las sepias, se cortan a tacos pequeños y se reservan.
En una sartén a un fuego no muy fuerte, se calienta el aceite y se fríen los ajos pelados y enteros. Cuando estén medio fritos, se añaden las cebollas peladas y cortadas en pedazos pequeños. Se va rehogando poco a poco. Cuando la cebolla esté cristalina, se le añade el tomate rallado y la sepia, sazonando al gusto. Cuando esté frito, se aparta la sartén del fuego.
En un perol de barro, u otro utensilio hondo de porcelana o hierro, se coloca al fuego el caldo de pescado hasta hervir. Una vez comience la hervir, se le añade el sofrito de sepia, tomate, cebolla y ajos.
Cuando lleva hirviendo unos 10 minutos, se va añadiendo la harina, poco a poco, moviendo con una cuchara o espátula de madera, para que la harina quede bien deshecha y no haga grumos. Las gachas deben quedar no muy espesas.
Servir, y comer calientes con cuchara de madera. Un buen acompañamiento puede ser un vino blanco.
Esta comida no es muy conocida ni popular, pero para mí que soy ya mayor, es muy especial. Mi abuela la hacía cuando estábamos en la orilla de la playa en verano, con la barraca que plantaba mi padre en Playa Lisa. Así que probad a hacerla, que si os sale bien, disfrutaréis, pues tiene un sabor muy especial.
Mariano Agulló Sánchez
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