En el primer cuatrimestre del año se dan cita importantes festividades en el calendario ilicitano. El año se inicia despidiendo las fiestas navideñas, con la cabalgata de reyes, hasta la llegada de San Antón. Todo un barrio se echa a la calle para honrar a su patrón, con verbenas, romería, porrate, feria, puestos, y la Solemne Procesión con el Santo, por las calles de dicho barrio.

A primeros de enero también se inicia la peregrinación del patrón de la ciudad, San Agatángelo, por las distintas parroquias de Elche. Este año ha visitado el Sagrado Corazón de Jesús, el Asilo de Ancianos y Nuestra Señora de los Desamparados. El último fin de semana de enero tiene lugar el pregón y el 3 de febrero, día de su Festividad, se lanza una cohetá. El fin de semana siguiente hay sopar del cabasset, almuerzo, chocolatada, serenata y Procesión hasta la Basílica de Santa María, este año acompañados por todos los entes festeros de la ciudad, ya que se unieron los Moros y Cristianos, que hicieron coincidir la celebración de su Mig Any con las fiestas del patrón, para darle mucho más realce a éstas, uniéndolas con las suyas.

A mitad de marzo tenemos una nueva festividad en otro de los barrios importantes de la ciudad. San José fue el protagonista en la parroquia que lleva su nombre, con triduo, verbena y procesión por las calles del barrio.

Y a principios de abril llegó una festividad que se llevaba preparando 40 días antes. La Semana Santa llenó las calles de catequesis ilicitana. Los tronos, las bandas, los costaleros, los penitentes, los tambores, las palmas y las aleluyas llenaron las calles. Las 31 cofradías participaron en una Semana Santa que será recordada por variar el recorrido de la procesión general del Viernes Santo, invirtiéndolo, y pasando los dos últimos tronos por el arco del Ayuntamiento. Multitud de ilicitanos llenaron las calles para disfrutar del esfuerzo y dedicación de todas las cofradías en sus distintos recorridos.