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De las muchas personas vinculadas al Misteri d'Elx destaca don Pascual Tormo Pérez, conocido con el sobrenombre del Caragolet, apodo al que no renunciaba ya que a su firma le añadía el dibujo de un caracol y una batuta, esta última por su relación con la música y en especial la música de la Festa.
A él, así como a otros coetáneos, le tocó vivir seguramente los años más difíciles por los que ha pasado el Misteri, primero por la decadencia con la que la Festa empieza el siglo XX tanto en el aspecto musical como en el escénico y sobre todo la guerra civil que obliga a la suspensión durante años de la representación. Su labor fue clave tanto en la recuperación del Misteri como en la continuación de las representaciones. Las personas ligadas al Misteri, que lo conocieron, recuerdan con cariño al que fue Mestre de Capella desde 1944 a 1958.
Quizá su fuerte carácter fue el que le ayudó en los momentos más difíciles, y testimonio de su forma de ser son los hechos que vamos a relatar.
Finalizada la guerra, y con la intención de seguir con las representaciones, se le encarga al Mestre Tormo que inicie los ensayos de la Festa. El Caragolet se niega a ensayar alegando que no tenía suficientes cantores, ya que algunos se encontraban presos en el palacio de Altamira. Fue tal la firmeza que puso que consiguió su liberación. Cuando pasadas las representaciones se les quiso volver a encerrar en prisión el Caragolet se opuso con el siguiente argumento: ¿Pero cómo van a volver a la cárcel, los que acaban de cantarle a la Maredéu?
La siguiente anécdota tiene como protagonista a José Ferrández Cruz otra personalidad importante en aquellos momentos en la Festa que fue presidente del patronato entre 1971 y 1987 y alcalde en el momento de relatar estos hechos. El fuerte carácter de los dos era conocido por todos en el pueblo, el choque entre ellos era inevitable. Es así como un día se presentó un ordenanza delante del Mestre Tormo, funcionario en aquel momento del ayuntamiento, y le dijo: "Don Pascual, el señor alcalde dice que venga usted a una reunión", el Mestre contestó: "No puedo estoy ensayando". Desapareció el ordenanza, de vuelta a la alcaldía, para al poco rato volver: "Que dice el señor alcalde que venga a la reunión", el Caragolet contestó tajante: "No me da la gana, y le dices que, lo que acuerden, yo en contra"
En el año 1924 conoció al músico Óscar Esplá que le pidió ayuda para montar la judiada, cosa a lo que el Caragolet accedió. Pero disconforme con la actuación que el músico había realizado en la Festa cuando Esplá es nombrado miembro del Patronato en el año 1958 el Mestre Tormo presenta su dimisión irrevocable. De esta manera acaba la relación con la Festa de un hombre que lo dio todo por el Misteri.
J. Salvador Jordan
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