LOS AMANTES

 

Con este sobrenombre es conocida una saga familiar de pintores locales, compuesta por tres artistas que corresponden a tres generaciones sucesivas, cuya fama ha sido reconocida local, nacional e internacionalmente como a continuación vamos a tratar de explicar.

El primero de la saga es Francisco Rodríguez Clement (1862 Elche-1956 Elche). Relojero de profesión, desde su infancia experimentó una gran vocación por la pintura. De formación autodidacta, participó desde su juventud en certámenes y exposiciones donde dio a conocer su valía. Su obra destaca por sus retratos y paisajes. En 1887 realizó una exposición en Madrid donde obtuvo una magnífica crítica. Fue premiado en certámenes nacionales e internacionales, como en una exposición celebrada en Buenos Aires donde consiguió una medalla de plata. El mecenazgo de la condesa de Luna y don Jaime Roca de Togores, duque de Béjar, dos personajes que protegieron y alentaron su obra, fueron importantes en el desarrollo de su vocación pictórica. Con su ayuda pudo exponer en numerosas salas de París, Zaragoza y otras ciudades.

Hijo del anterior, y segundo miembro de Los Amantes es Francisco Rodríguez Sánchez-Clement (1893 Elche-1968 Santa Pola). Estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, obtiene el título en 1915, logrando la Medalla de Oro, con premio especial en colorido y composición. Aprovecha su estancia en Madrid para estudiar y realizar copias de los grandes pintores en el Museo del Prado, como Velázquez y Zurbarán. De formación artística más sólida su obra es mucho más extensa que la de su padre ya que pudo dedicarse a la pintura profesionalmente. Viaja por Andalucía y se instala en Sevilla donde realiza numerosos apuntes de gitanas, paisajes, corridas de toros y retratos, temas que le servirían posteriormente para desarrollarlos a lo largo de su carrera. Regresa a Elche después de la guerra civil donde es nombrado director de la Escuela Municipal de Dibujo y Pintura. Algunas de las obras realizadas para la ciudad que le vio nacer son los numerosos paisajes locales. Sin embargo hay que destacar las obras que están relacionadas con la Virgen de la Asunción, como el gran lienzo con la imagen de la virgen, que actualmente permite tapar la entrada del camarín, en las ocasiones en que la imagen de la virgen no se halla en su interior, la pintura que preside el oratorio del Ayuntamiento, así como el cielo para las representaciones del Misteri d’Elx, efectuado en 1941. Posteriormente se asienta en Madrid más tarde en Valencia, donde en 1947 expone con sonoro éxito y desarrolla su etapa dedicada a desnudos, corridas de toros y gitanas. Finalmente se traslada a Santa Pola, donde en la recta final de su vida su pintura se define por su equilibrio y madurez.

El tercero de los pintores de esta escuela artística es Eduardo Rodríguez Samper (1922 Elche). Su infancia rodeada de bocetos, cuadros y colores de su padre y abuelo le marcan hacia la pintura. Estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. En 1952 participa en la magna exposición provincial de arte organizada en Alicante, en la que intervienen sus dos predecesores. Expone en Valencia, Argel, París, y obtiene valiosos premios en cuatro convocatorias de la exposición bienal de arte hispano-americano efectuada en Valencia. En su ciudad natal se dedica de lleno a plasmar sus palmeras, monumentos y rincones, inspirados, en ocasiones, en bocetos y estudios realizados por su abuelo, el primero de Los Amantes.

Solo desear que otro descendiente recoja la antorcha de sus antepasados y el apodo de Los Amantes continúe.

J. Salvador Jordan