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El apodo es un nombre que se añade a una persona, aparte de su nombre propio y que mas tarde, si éste prospera, llevará toda la rama familiar del primer poseedor.
Sinónimo de apodo son las palabras sobrenombre, mote y alias. Este último ha quedado relegado al argot policial, ya que una gran mayoría de delincuentes son conocidos por su alias, bien puesto por su propio entorno o bien por la propia policía, lo que ha hecho que adquiera un carácter despectivo.
Hoy vamos a tratar uno de los apodos ilicitanos más antiguos que se conocen, “El Peix”, pues se sabe de su uso desde finales del siglo XVIII, cosa nada frecuente pues normalmente en la transmisión oral solo llegamos a la generación de nuestros abuelos. El éxito de este apodo reside quizá en el hecho de su aceptación por parte de los poseedores, y del uso que han hecho de él, ya que lo han utilizado para poner nombre a negocios, marcas comerciales y escudos familiares. Va asociado al apellido Agulló y ha sido un descendiente y portador del apodo el que nos explica su origen.
Nos cuenta como el apodo nació cuando una pandilla de amigos decidieron un día ir a almorzar al campo de Elche, y cada uno quedó encargado de llevar uno de los alimentos para el ágape. A su antepasado que le tocó llevar el pescado se quedó con ese nombre “El del peix”, para posteriormente simplificarse por “El Peix”. Y es desde entonces que todos los descendientes de esta rama familiar fueron distinguidos como "Els Peixos".
Un “Peix” conocido fue Ramón Agulló Marco, gran enamorado de las palmeras y muy popular por su afición a trabajarlas artesanalmente, aprovechando para ello cualquiera de las partes que componen la palmera, y realizar objetos que enseñaba con gran cariño a quien quisiera verlos, mientras aprovechaba para hablar de los secretos del ciclo de la palmera y de su valor económico y paisajístico.
Y como no, cabe destacar a Francisco Agulló Marco, hermano del anterior, que fue observador voluntario desde 1949 del Instituto Nacional de Meteorología Centro Zonal de Levante, en que disponía solo de un pluviómetro y que en 1951 ya se le instaló un Observatorio Termométrico, en la actual calle Antonio Flores, que el señor Agulló llevó hasta su fallecimiento en 1998. Le sigue como observador voluntario su hijo José Andrés Agulló Verduzco. En la actualidad el Instituto Nacional de Meteorología ha pasado a llamarse Agencia Estatal de Meteorología y dispone de un observatorio Oficial en una finca de la Partida de Altabix.
Mientras el señor Agulló Verduzco, propietario de una tienda de pinturas, que ha sido nuestro informante, nos acaba de explicar el origen de su apodo desde el mostrador, vemos detrás de él botes con el dibujo de un “Peix”, su apodo continúa.
J. Salvador Jordan
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